HOMENAJE A MI PADRE

Texto: Patricia Vergara Casanova (Concepción)
 
En esta hermosa página quiero rendir un homenaje a mi padre, Reinaldo Vergara Saavedra, hijo de campesinos, nacido en 1925 en el fundo San Francisco de Florida. Concepción.

A los 13 o 14 años emigró con su familia a Concepción, a consecuencia de un incendio que arrasó el ranchito donde vivía con sus padres y 11 hermanos.

Su padre (mi abuelo), debió trabajar en la construcción. Su humilde aporte se encuentra en el colegio Salesiano y el hospital regional, entre otros.

Mi padre-niño, entró a trabajar a la panadería Souyett, como ayudante del repartidor de pan. Oficio que se hacía en carretas tiradas por caballos.

Sus primeros zapatos los compró a los 14 años, con su primer sueldo.

Nunca olvidó su niñez campesina y nos transmitió a sus 3 hijas, el amor por la tierra, los animalitos, el sol, el viento, la lluvia, la naturaleza entera.
Así fue como vivimos un campo en la ciudad. Tuvimos la dicha de crecer entre la crianza de patos y gallinas y la huerta con porotos, arvejas, habas, maíz, cilantro, mastuerzo, chalotas, ajíes, etc., etc. Además de un hermoso ciruelo en medio del patio.

Era lindo cosechar porotitos verdes, verduras o recoger huevitos. Más lindo ver nacer pollitos después de ver la gallina "echada" por días. Hasta un pavo se crio y un par de chanchas, que ya crecidas se faenaron, salando jamones y costillares, haciendo longanizas, prietas y chicharrones.

Nosotras, cabras chicas, nos negamos, entre pataletas y llantos, a comer la carne de nuestras "mascotas".

También mascotas fueron 3 gallinas: la mía, "flor de haba" que ponía huevos azules, "la castellana" de mi hermana menor y la "cogote pelado" de la hermana del medio. Tanta pena daba verla con su cogote sin plumas, que mi hermana le tejió una bufanda para el invierno.

Creo que la nostalgia por el campo llevaba a mi padre a recrear éste mini-mini mundo campesino.

Su anhelo era volver al campo, pero la vida lo llevó por otros caminos.

Hoy que ya descansa en paz, espero que Dios le haya concedido su cielo particular, con mucha tierra para sembrar y animalitos para cuidar.